10 de septiembre de 2004
Llevo una temporada que se me cruzan los cables, y no hay manera de seguir con mí propósito de contarles cosas de la Catedral. Los que no somos periodistas de profesión, que por obligación tienen que decirnos cosas públicamente porque ese es su oficio, o escritores con solera, porque esa es también su vocación, sino que somos unos meros aficionados de la palabra, (me acusaré yo solo por si ofendo a alguien), cuando mando un escrito al periódico contando con la amabilidad del Director para que lo publique, pienso si ello tiene algún interés para alguien, empezando por el propio periódico, o mas bien es un acto de vanidad por decirles, ¡pero mira que listo soy y te vas a enterar de lo que se! Eso pensaba cuando un día me dije que tenia que hablarles de cosas de la Catedral, antes y durante la Exposición TESTIGOS, no se por que, ya que nadie me había dado vela en ese entierro. Soberbia sobre vanidad. Y para rematarlo, se me ha caído el alma a los pies, cuando el otro día, leyendo un articulo de Juan Manuel de Prada titulado "Eruditos Google", (revista El Semanal, de 29 de agosto) me he identificado con ese personaje al que desprecia, pues yo soy como un queso de Gruyere de la variedad emmenthal (esto no lo sabia pero lo he encontrado en el Google) que parece ser tiene los agujeros del tamaño de nueces, y en cuanto me hurgasen un poco, se vería que poca sustancia hay detrás. Pues si, acudo al Google, igual que acudo a otros libros y documentos, y al diccionario enciclopédico, ¡que lo vamos a hacer!
Alguien dijo, fíjense que poco se que no se quien lo dijo, que solo se sabe lo que se recuerda, que es una verdad como el templo de Salomón. Pero dando la vuelta a este aserto, diría que solo se puede recordar aquello que alguna vez has conocido. Pero claro, si nuestros conocimientos son cortitos, nuestros recuerdos también, por lo que cuando tenemos la osadía de decir, de hacer cosas, de escribir, que van mas allá de nuestros recuerdos (conocimientos), tenemos que recurrir mas o menos a otras fuentes, como todos, que nos copiamos unos a otros, ¿hay alguien que crea algo nuevo? Me temo que no; son pura farfolla los que dicen ser creadores de la moda a, del estilo b, de la novela x, del arte z; hay descubridores, investigadores, transformadores, sabios, científicos, inventores, posiblemente con mucha genialidad, artistas, ingeniosos, innovadores, pero creadores, creadores (de crear), solo hay uno (a creer, y que poquita diferencia, solo una letra, entre crear y creer).
Había una cierta educación a la inglesa, que no intentaba enseñar cosas, memorizar conocimientos, sino que pretendía enseñar simplemente a pensar, que no se como se hace. Si quiero decir o hacer algo, y no lo se o no me acuerdo, recurro a las fuentes que tengo a mí disposición, sea el Google, o la Historia de Avila, del P. Ariz, por poner un ejemplo; y esta mecánica, sea usted o yo, no podemos perderla, pues la memoria falla y mas según pasan los años, y si no se sabia entonces, se puede aprender ahora, aunque nos dure muy poquito, porque tat vez caiga en terreno poco abonado. Tomémoslo como un agradable entretenimiento. José Manuel de Prada es joven, inteligente y de amplios conocimientos, que además sabe transmitirlos estupendamente, y su memoria no le falla; igual que Don Julián Marías, que en sus conferencias no utilizaba ni un solo papel, que no es lo normal, cuando del Rey para abajo todos tenemos que echar mano a la "chuleta".
En fin, esto es un desahogo que seguramente a usted le importa un pito; pero si sigo escribiendo, y solo tengo un tema que me propuse divulgar, y en esto tengo la cabeza mas cuadriculada que un alemán y mas dura que un baturro, seguiré haciéndolo por el tiempo propuesto (D.m., abreviatura hoy rarísima) y contando con que estas páginas me acojan, echando mano a lo que sea: a historiadores, a ios que citaré siempre como mi fuente, a los pocos libros que me rodean, a mis escasos conocimientos (recuerdos), y como el saber no ocupa lugar o muy poquito, algo así como el disco duro de un ordenador, también al Google. Que mi digestión sea su digestión entre tantos platos, sin tener que recurrir al bicarbonato ¿o tampoco se usa y allá cada estómago ?.
jueves, 22 de noviembre de 2007
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