miércoles, 28 de noviembre de 2007

ERRATA PERDONABLE

Ávila, 22 de febrero de 2005



Desde que los diablillos se meten en los ordenadores, y cuando ya desapareció en las imprentas la figura del corrector de pruebas, pasa lo que pasa. Así, de golpe, por arte de la magia impresa, he sido ascendido a Obispo de Ávila. Aparte de que ese articulo sobre la Cuaresma y los ancianos, del puño y firma de Don Jesús García Burillo, Obispo de hecho y de derecho de la Diócesis de Ávila, lo suscribiría plenamente, con todos los respetos hacia el Sr. Obispo, esto tiene su gracia y va a ser objeto de bromas que tendré que soportar, y que llevaré con resignación cristiana. Pero algo debe pasar, cuando estas confusiones vienen de antiguo. Un día pidiendo la llave de la iglesia que iba a visitar, a una señora que la guardaba en su casa, me dijo: ¿es usted el padre que viene a decir misa hoy? Pues no señora, yo solo soy padre de seis hijos y felizmente casado. Pero en mi memoria guardo, cuando tendría cuatro o cinco años, me preguntó una tía monja escolapia: Y tu ¿Qué quieres ser de mayor? Y sin andarme por las ramas la dije: Papa. Pasado el tiempo lo mas que he llegado a ser, ha sido monaguillo, de las Reparadoras, de los Paules y de la parroquia de San Juan. Y hablando de monaguillos, perdónenme que les cuente lo siguiente. Salia de la sacristía un monaguillo todo alborozado dando brincos de alegria, y una pia señora que estaba en la iglesia le paró y le dijo: ¿pero que te pasa? ¿de que te ries?; y el chiquillo la contestó: es que se ha muerto el Papa. La señora no daba credito de esa alegria. ¿y por eso estas tan contento? A lo que contesto el muchacho: ¡Ah señora, el escalafón es el escalafón! Pues bien, si yo de un golpe gracioso ya soy Obispo, aquel sueño de niño ya esta mas cerca.
Perdón por el chiste, pero es que esto no se puede tomar de otra manera.

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