viernes, 9 de noviembre de 2007

ALGO MAS DE LA CATEDRAL DE AVILA - V

Avila, 31 de agosto de 2.003

UNA INCÓGNITA SIN RESOLVER

Vendrán nuestros amigos, familiares o simples visitantes a ver la nueva edición de las Edades del Hombre el próximo año. Y aparte de ver la Exposición, casi seguro que querrán saber algo mas de la Catedral del Salvador, porque nuestra Catedral es distinta a las ya conocidas de Castilla y León. Y es distinta, no solo por ese prurito normal de que es la nuestra, sino porque es verdad por múltiples razones arquitectónicas, constructivas e históricas. La organización de las Edades pretende otra cosa con el contenido de las Exposiciones, que es el fundamento de las mismas: transmitir a través de una línea temática muy estudiada, que con la belleza y riqueza cultural de las piezas expuestas después de una cuidadosa selección, que ha existido a lo largo de los tiempos un deseo del hombre y de los artistas, de manifestar la fe mas profunda. Pero no se puede olvidar el continente, esas Catedrales que ya por si solas son la esencia cultural mas elevada de esa fe, como sitio de culto en primer lugar, y cátedra del Obispo, siendo la parte artística una consecuencia de la misma, como el mejor material que el hombre puede devolver a su Dios.
Y llegados a la Plaza de la Catedral, puestos frente a la fachada de poniente y entrada principal, ¿qué llama la atención? Por supuesto su torre (42 metros de altura) y media mas, con las bolas en las aristas, que mas tarde se repetirán hasta la saciedad en la época de los Reyes Católicos; y de su criticada fachada, que en la mescolanza de estilos y cosas desentona con !a rudeza del conjunto, con un cuerpo alto realizado en piedra caliza blanca y blanda, obra proyectada por Ceferino Enríquez de la Serna, a finales del siglo XVIII, con un deterioro progresivo, material que aun siguen empeñados en colocar al exterior, aquí en Avila (recuérdese lo que pasó en el solado de la última reforma del Mercado Grande); y en la que no nos detendremos queriendo saber el por qué del traslado de portadas, de la existencia de un nártex o pórtico como en San Vicente, o de la obra de Guas.
Nos preguntarán, ¿quiénes son esas figuras que flanquean la entrada? Es claro que no son figuras religiosas. Pues ¿qué o quienes son? ¿Qué significan? A la vista son dos figuras de talla mayor a la normal, en granito, con el cuerpo recubierto de escamas o traje de vellón, armados con una maza o tronco vegetal, y rodela y escudo, uno mayor con barba y el otro mas joven y airado, enseñando fieramente los dientes y los ojos fuera de las órbitas, y con una especie de casco o turbante con cubrenuca. Recogemos lo que algunos estudiosos han dicho: Que si son dos hombres salvajes (Félix de la Heras). Que si son dos guardianes del templo, para impedir la entrada de espíritus maléficos, en actitud amenazadora (A. Veredas). Que podrían ser una representación de los personajes bíblicos Gog y Magog, descritos en las profecías de Ezequíel y en el Apocalipsis (J. Grande Martín), Que podían ser vikingos. Que los trajeron de otro lugar, de alguna construcción civil desaparecida (Nicolás González y Tomas Sobrino). Que tal vez sean de un edificio civil del siglo XV, representando los míticos fundadores de Avila, Hércules y Alcides, según tradición de la época de la repoblación abulense (F. J. Martín García).... Y el siempre recurrido Don Manuel Gómez Moreno, ni los menciona.
Misterio. Doctores tienen los historiadores que os sabrán responder.

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