lunes, 1 de octubre de 2007

TIEMPOS RECIOS

Ávila, 8 de enero de 2.004
TIEMPOS RECIOS
Ignoro cuales son las creencias del Sr. Rodríguez Zapatero, si es que tiene alguna, aunque se casase por lo católico, al menos formalmente, en el Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, aquí en Ávila. Lo que no me cabe la menor duda es que no ha leído a San Mateo, porque mucho peor seria que lo hubiera leído en su época de niño bueno en el Colegio de las Discípulas de Jesús, en León, y no hubiera aprendido algo. San Mateo nos cuenta una bella parábola de las vírgenes necias y prudentes. En la espera que tenían que hacer todas ante un gran acontecimiento, las doncellas prudentes cogieron los candiles con aceite y las necias, muy confiadas, otras sin aceite, y se durmieron; y llegado el momento de utilizarlos, unas cumplieron con su misión mientras las necias salieron corriendo a comprar aceite, y a la vuelta ya era demasiado tarde. La moraleja termina diciendo, estad atentos y velad porque no sabéis ni el día ni la hora; sed prudentes ante algo que os han avisado, porque llegara, y si no tomáis alguna medida de prudencia, os cogerá el toro. Alguien ha dicho que el presidente practica el zen, filosofía budista que propugna llegar a la iluminación, al éxtasis, al no va mas terrenal, a través de la meditación al estilo oriental. Yo no se si el Señor presidente esta tan iluminado, que ha dejado de pisar la tierra, y se ha elevado por encima de los demás mortales.
No confundamos el buen talante con la prudencia; y ya no es hora solo de palabras suaves, si no se hace ver clarísimamente que detrás hay una voluntad de hierro; hay demasiados avisos para saber que estos tiempos son recios, como decía nuestra Santa Teresa, y hay que decir las cosas muy claras, en presente, no en un futurible que no se sabe como será, cuando todos los ciudadanos, independiente del color político, lo están viendo. Ya no es hora de discursos protocolarios y melifluos, vacíos, que rebotan contra los uniformes y las medallas, y que los oponentes se los toman a guasa, sean del Presidente, del Ministro de Defensa o del mismo Rey; y digo Rey y no Jefe del Estado, porque un Jefe de Estado, de su Estado que esta en peligro de fracturarse o crear desigualdades inadmisibles para el resto, pienso ingenuamente que lo diría de otra manera. Rey se puede seguir siendo de veinte Españas o como se quieran llamar, como la reina Isabel de la Gran Bretaña lo es de los de los países de la Commonwealth. Pero un Jefe de Estado, de su Estado, y con todo respeto ante S.M. no debe esperar a salir en última hora en televisión, según triste memoria.
Este Gobierno del Presidente Zapatero, esta cogido de sus partes pudendas, por unos mínimos minimorum, que están tan bien agarrados haciendo contrapeso, que si se los quitasen de encima, se caerían; y eso, en la lógica de una izquierda ahora que ha tocado nuevamente poder, no quiere aunque le duela mucho; y tampoco lo quieren sus seguidores, aunque el precio sea destrozar España. Y si esto llegase a suceder, deberían meditar, y no hace falta recurrir al zen para sentirse iluminados, que en lo que quedase de España, no volverían a tocar poder por generaciones. ¿vale la pena el precio a pagar? ¿quieren ser necios o prudentes?

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