Avila, 16 de julio de 2.003
ALGO MAS DE LA CATEDRAL DE AVILA
I - EL TRASCORO
El Génesis. La creación del ser humano. Adán y Eva. Atapuerca. La Catedral de Avila. ¿Qué tienen que ver todas estas cosas entre sí?
La Biblia, no solo como libro religioso, sino como fuente de muchos sucesos históricos de esta Tierra nuestra, nos habla de la aparición - creación - del ser humano en el comienzo de los tiempos, hombre y mujer. No nos describe como eran, y la imaginación y el arte, han sido los que nos han ido dando unas imágenes idealizadas, y generalmente bellas, muy parecidas a los humanos actuales.
Pero llega la Ciencia, y nos empiezan a decir los sabios, y a demostrar según avanzan sus descubrimientos, que en sus orígenes no éramos así. Además de otros lugares del planeta, el filón encontrado en Atapuerca, y hasta donde los miles de años de sus depósitos lo permitan, nos van mostrando seres humanos en una constante evolución, y de cuyos huesos, tras un proceso de deducción científica, los reconstruyen, los dibujan y dan volumen y textura a nuestros antecesores, y los muestran ante el asombro del resto de los mortales. Es apasionante conocer nuestros orígenes y evolución, sin entrar en otras cuestiones, mas o menos teológicas.
Lo que la Ciencia esta descubriendo últimamente, hace siglos los artistas y la Iglesia, al menos lo intuían, puesto que no se habían hecho estos descubrimientos. Un ejemplo ío tenemos en nuestra hermosa, y a veces desconocida, Catedral de El Salvador, de Avila, que el próximo año será sede de un nuevo Capitulo de Las Edades del Hombre. En el extraordinario trascoro, obra de Juan Rodríguez y Lucas Giraldo, realizado en la primera mitad del siglo XV!, es decir, hace unos quinientos años, insisto, quinientos años, en el paño lateral izquierdo que mira hacia la puerta norte o de los Apóstoles, hay un bajorrelieve que representa a dos figuras, rodeadas de unas grandes y exóticas flores o frutos. Por su aspecto, cuerpos, extremidades, cabezas, son claramente homínidos, lo mas parecidos a seres humanos, con unas características muy interesantes. Las cabezas son algo simiescas, con gruesas narices y labios, y los arcos superciliares del cráneo muy abultados, mas exagerado en el que parece ser hombre, que en la figura de la mujer, que desarrolla una larga cabellera, que el homínido tiene cogida de la mano en una posible persecución, pues ella se agarra con la mano izquierda en una rama, mientras él, parece estar apoyado en algún tronco. Ambos cuerpos, completos, pero de modo muy ostensible el de ella, están totalmente cubiertos de pelo rizado.
A mí solamente se me ocurre una extraordinaria representación, inédita y chocante, de Adán y Eva en el Paraíso, casi contemporánea de los bellísimos frescos que con el mismo tema pintó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Pero ni los artistas, ni la denostada Iglesia, han estado alejados de los mas probables y posibles orígenes de la raza humana. Invito a verlo.Fd0.: Gerardo Luciano Martín González
sábado, 27 de octubre de 2007
martes, 16 de octubre de 2007
IGNORANCIA SUPINA
Ávila, 5 de febrero de 2.005
IGNORANCIA SUPINA
Si usted está leyendo esta columna, seguramente también haya intentado ver el programa REDES, de TVE-2, no porque sean comparables, sino porque usted es un curioso sano que se atreve con todo, con la ventaja de que este periódico lo puede coger y dejar cuando quiera, mientras que aquel programa lo emiten a una hora determinada llamada intempestiva, que para muchos es ya una hora prohibida. Aunque ya lo sabia por otros caminos, confieso que no me he sentido mas ignorante, mas vacío de conocimientos científicos, que viendo ese programa con el que te quedas lelo, si eres capaz de intentar seguirle y enterarte de lo que dicen tantos científicos, envidiables por su saber hasta dejarte patidifuso. No intento repetir, ni siquiera rozar, aunque todas las propuestas son muy sustanciosas para ser comentadas, tantos temas del saber científico humano, porque tampoco sabría como hacerlo; y eso que solo es un programa televisivo, que como todos, no pueden profundizar en nada. ¡que hará esta gente en sus simposios, laboratorios, universidades, y que satisfacción poder aportar algo mas al conocimiento humano!
Te hablan del Universo y sus enigmas, y las distancias, los tiempos, y la materia que manejan te producen mareo, pues nuestro mundo, la Tierra, es como una caquita de mosca en la inmensidad, planteándote alguna vez preguntas sobre la creación y el origen de la vida y de todo lo que existe o pudiera existir en otros mundos. Pero si hablan del cerebro, de sus misterios y grandeza, de sus posibilidades y flaquezas, te quedas tonto; y que me dicen de los virus, de las bacterias, de las enfermedades; del ADN, del genoma humano, de los secretos de la vida; del mundo virtual y los cerebros electrónicos, que dicen algún día podrían dominarnos, porque sabrán mas que cualquier hombre, pues almacenaran tantos conocimientos, como ningún cerebro humano podrá tener jamás y que podrían autoprogramarse; sobre los principios de indeterminación o de probabilidad. Y así una infinitud de preguntas, de contestaciones, de misterios, de los temas mas peregrinos que ni siquiera sospechamos pudieran existir.
Y la Ciencia solo es una parte. Pero ¿Como estamos en otros saberes? ¿Cuantos libros hemos leído y de qué, diez, cien, cien mil? ¿Cuántos quedan pasados, presentes y futuros, sin que sepamos ni podamos saber jamás nada de sus autores ni de sus contenidos? ¿Qué sabemos de las Artes, mas o menos bellas, de la música, de la escultura, pintura, arquitectura, teatro, cine, literatura? ¿Qué sabemos de Historia, de Filosofía, de Teología? ¿Qué sabemos de la vida que no vemos? Y mas y mas cosas, teóricas y practicas ¿sabemos ordeñar una vaca?
La lista de los saberes seria interminable, sin hacer gradaciones intelectuales. ¿sabemos acaso algo de algo? Acaso si, dentro de nuestro microcosmos. Pero ¿de que tratamos normalmente, de fútbol, de sexo, de chascarrillos de personajillos revisteros y televisivos, de política, de poesía, del quehacer cotidiano? Pero ¿nos sirve para algo saber, poco o mucho? Resumiendo y como diría mi abuela: habiendo gente tan lista ¿Por qué el mundo es como es?
Alguien próximo me ha dicho que no creo en el ser humano y soy un pesimista, lo que niego rotundamente, ni han de serlo los jóvenes estudiantes que deben esforzarse en adquirir conocimientos. Propongo meditar sobre cierta canción religiosa, cantada en las iglesias católicas y que creen en Dios: “¿Que es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para darle poder?.” Que vale también para los agnósticos ¿que es el ser humano? ¿de donde sale su poder? ¿dónde esta su límite? Pensando en nuestra estupidez e ignorancia, todos tenemos alguna receta para seguir tirando sin complejos mientras vivimos. Yo tengo, perdón por citarme, estas: primero, una fe religiosa, menor de lo que quisiera, que aunque parezca paradójico me ilumina muchas cosas a las que no llega la ciencia, y donde la humanidad se llena de trascendencia y esperanza, y yo lo creo; en segundo lugar, aquel famoso aforismo socrático, “solo se que no se nada”, que consuela mi ignorancia. Y un tercer dicho, mas terrenal, que está escrito al lado de la puerta por donde paso todos los días, que tiene un origen castellano popular y recio, lleno de orgullo y de dignidad, que va como pintiparado para estos tiempos, que ensalza y humilla a la vez, y dice: ”nadie es mas que nadie”.
IGNORANCIA SUPINA
Si usted está leyendo esta columna, seguramente también haya intentado ver el programa REDES, de TVE-2, no porque sean comparables, sino porque usted es un curioso sano que se atreve con todo, con la ventaja de que este periódico lo puede coger y dejar cuando quiera, mientras que aquel programa lo emiten a una hora determinada llamada intempestiva, que para muchos es ya una hora prohibida. Aunque ya lo sabia por otros caminos, confieso que no me he sentido mas ignorante, mas vacío de conocimientos científicos, que viendo ese programa con el que te quedas lelo, si eres capaz de intentar seguirle y enterarte de lo que dicen tantos científicos, envidiables por su saber hasta dejarte patidifuso. No intento repetir, ni siquiera rozar, aunque todas las propuestas son muy sustanciosas para ser comentadas, tantos temas del saber científico humano, porque tampoco sabría como hacerlo; y eso que solo es un programa televisivo, que como todos, no pueden profundizar en nada. ¡que hará esta gente en sus simposios, laboratorios, universidades, y que satisfacción poder aportar algo mas al conocimiento humano!
Te hablan del Universo y sus enigmas, y las distancias, los tiempos, y la materia que manejan te producen mareo, pues nuestro mundo, la Tierra, es como una caquita de mosca en la inmensidad, planteándote alguna vez preguntas sobre la creación y el origen de la vida y de todo lo que existe o pudiera existir en otros mundos. Pero si hablan del cerebro, de sus misterios y grandeza, de sus posibilidades y flaquezas, te quedas tonto; y que me dicen de los virus, de las bacterias, de las enfermedades; del ADN, del genoma humano, de los secretos de la vida; del mundo virtual y los cerebros electrónicos, que dicen algún día podrían dominarnos, porque sabrán mas que cualquier hombre, pues almacenaran tantos conocimientos, como ningún cerebro humano podrá tener jamás y que podrían autoprogramarse; sobre los principios de indeterminación o de probabilidad. Y así una infinitud de preguntas, de contestaciones, de misterios, de los temas mas peregrinos que ni siquiera sospechamos pudieran existir.
Y la Ciencia solo es una parte. Pero ¿Como estamos en otros saberes? ¿Cuantos libros hemos leído y de qué, diez, cien, cien mil? ¿Cuántos quedan pasados, presentes y futuros, sin que sepamos ni podamos saber jamás nada de sus autores ni de sus contenidos? ¿Qué sabemos de las Artes, mas o menos bellas, de la música, de la escultura, pintura, arquitectura, teatro, cine, literatura? ¿Qué sabemos de Historia, de Filosofía, de Teología? ¿Qué sabemos de la vida que no vemos? Y mas y mas cosas, teóricas y practicas ¿sabemos ordeñar una vaca?
La lista de los saberes seria interminable, sin hacer gradaciones intelectuales. ¿sabemos acaso algo de algo? Acaso si, dentro de nuestro microcosmos. Pero ¿de que tratamos normalmente, de fútbol, de sexo, de chascarrillos de personajillos revisteros y televisivos, de política, de poesía, del quehacer cotidiano? Pero ¿nos sirve para algo saber, poco o mucho? Resumiendo y como diría mi abuela: habiendo gente tan lista ¿Por qué el mundo es como es?
Alguien próximo me ha dicho que no creo en el ser humano y soy un pesimista, lo que niego rotundamente, ni han de serlo los jóvenes estudiantes que deben esforzarse en adquirir conocimientos. Propongo meditar sobre cierta canción religiosa, cantada en las iglesias católicas y que creen en Dios: “¿Que es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para darle poder?.” Que vale también para los agnósticos ¿que es el ser humano? ¿de donde sale su poder? ¿dónde esta su límite? Pensando en nuestra estupidez e ignorancia, todos tenemos alguna receta para seguir tirando sin complejos mientras vivimos. Yo tengo, perdón por citarme, estas: primero, una fe religiosa, menor de lo que quisiera, que aunque parezca paradójico me ilumina muchas cosas a las que no llega la ciencia, y donde la humanidad se llena de trascendencia y esperanza, y yo lo creo; en segundo lugar, aquel famoso aforismo socrático, “solo se que no se nada”, que consuela mi ignorancia. Y un tercer dicho, mas terrenal, que está escrito al lado de la puerta por donde paso todos los días, que tiene un origen castellano popular y recio, lleno de orgullo y de dignidad, que va como pintiparado para estos tiempos, que ensalza y humilla a la vez, y dice: ”nadie es mas que nadie”.
jueves, 4 de octubre de 2007
MONEO Y EL EDIFICIO DEL GRANDE
Ávila, 25 de enero de 2.005
Creía que a esta columna solamente llegaban artículos directamente enviados por sus autores, y no copia de artículos publicados en otros medios, como el que hemos leído hace pocos días titulado “Moneo en Ávila”, del arquitecto Juan Ignacio Mera, profesor de proyectos en la ETSA de Madrid y vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, y publicado en la Revista Arquitectura. No entro en las razones para que así sea, ni me interesan, aunque alguna habrá. Y retomo su último párrafo, como dice no es para insultar ni para adular, sino solamente para comentar en tono agridulce, no intentando abrir polémica que en cualquier caso no seguiré.
Los arquitectos modestos no comentan las obras de los grandes maestros, lo cual no quita que se hagan su composición critica de lo que ven, aunque el respeto a los grandes gurús de la arquitectura les postre en el mas absoluto silencio de critica pública; y tal vez sea mas fácil comentar los comentarios, como el ya aludido. El hecho de que el profesor Mera lo sea de proyectos, no es suficiente para hacer que guste uno determinado que a él le parece bien; y mucho menos el añadido de pertenecer a la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de de Arquitectos de Madrid, órgano de tipo administrativo colegial en Madrid, y cuyo criterio en materia opinable es personal y no representa el sentir de todo un colectivo, que afortunadamente puede tener opiniones diversas.
Rafael Moneo, es sin duda uno de los grandes arquitectos contemporáneos y además español, de Tudela. Yo tuve un primer contacto con su obra viendo el Museo de Arte Romano, en Mérida, terminada ahora hace veinte años (1985), al que le llegó de rebote ya iniciada por otro, asumiéndola con la condición de que nadie iba a meter las narices ni a presionarle, cosa que solamente él y algún otro como Gaudí, han podido hacer. Y el caso del edificio del Mercado Grande o Plaza de Santa Teresa, me temo que no ha sido así, habiendo estado condicionado por poderes mediáticos, la entidad de ahorro encargante, que voluntariamente quería dejar un regalo de calidad a Ávila, por lo que buscó al mejor arquitecto que le pareció, y tal vez los poderes políticos municipales; y la obligada Comisión Territorial de Patrimonio Cultural, que fue quien decidió el material con que había de chaparse las fachadas. Que hubo un abuso, todo legal por supuesto, esta demostrado respecto a las alturas que los edificios anteriores tenían, cuando la rasante de medición es la de la nueva plaza y no la de la calle inferior antigua. La entidad económica, que guardó celosamente en su caja fuerte el proyecto hasta que se resolvió la ordenación general de la totalidad de la Plaza, lógicamente buscaba la máxima rentabilidad, que sin presionar al autor, seria la que la ordenanza municipal permitiese; y para el Alcalde de turno, colaterales y técnicos, constituía un triunfo urbanístico, no se si buscando rentabilidad política. Y así Moneo, y su equipo multidisciplinar, hicieron “su edificio”. Este proyecto magistral, dejó en el olvido un anterior concurso de ideas de ordenación de la Plaza, que promovió el Colegio de Arquitectos de Ávila, y que estuvo expuesto públicamente en la sede del Servicio Territorial de Cultura, que con ideas interesantes, fue muy poco valorado por venir de quienes eran sus autores, modestos arquitectos locales que no pasaran a la historia.
Rafael Moneo tiene bien ganada su fama, cuyo último reconocimiento ha sido su entrada en la Real Academia de Bellas Artes, el pasado día 16 de enero, con un interesante discurso sobre la defensa de la arbitrariedad, del que destaco lo siguiente: “no hay que sorprenderse de que la arbitrariedad haya dado de nuevo muestras de presencia. Se trata de una clásica reacción a las normas, que cuando las libertades individuales prevalecen, se debilitan”.
Entre sus mas de sesenta obras importantes en todo el mundo, en España la gozan o sufren Santander, Bilbao, San Sebastián, Estella, Pamplona, Tudela, Logroño, Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Palma de Mallorca Madrid, Valladolid, Toledo, Mérida, Don Benito, Murcia, Jaén, Córdoba, Sevilla, y también Ávila, que podrá presumir de tener “un Moneo”. Y solamente de una ha pedido perdón y disculpas, que ha sido el aeropuerto de Sevilla. Al edificio del Grande nos acostumbraremos, igual que el Cabildo de la Catedral se ha acostumbrado a sus lámparas.
Creía que a esta columna solamente llegaban artículos directamente enviados por sus autores, y no copia de artículos publicados en otros medios, como el que hemos leído hace pocos días titulado “Moneo en Ávila”, del arquitecto Juan Ignacio Mera, profesor de proyectos en la ETSA de Madrid y vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, y publicado en la Revista Arquitectura. No entro en las razones para que así sea, ni me interesan, aunque alguna habrá. Y retomo su último párrafo, como dice no es para insultar ni para adular, sino solamente para comentar en tono agridulce, no intentando abrir polémica que en cualquier caso no seguiré.
Los arquitectos modestos no comentan las obras de los grandes maestros, lo cual no quita que se hagan su composición critica de lo que ven, aunque el respeto a los grandes gurús de la arquitectura les postre en el mas absoluto silencio de critica pública; y tal vez sea mas fácil comentar los comentarios, como el ya aludido. El hecho de que el profesor Mera lo sea de proyectos, no es suficiente para hacer que guste uno determinado que a él le parece bien; y mucho menos el añadido de pertenecer a la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de de Arquitectos de Madrid, órgano de tipo administrativo colegial en Madrid, y cuyo criterio en materia opinable es personal y no representa el sentir de todo un colectivo, que afortunadamente puede tener opiniones diversas.
Rafael Moneo, es sin duda uno de los grandes arquitectos contemporáneos y además español, de Tudela. Yo tuve un primer contacto con su obra viendo el Museo de Arte Romano, en Mérida, terminada ahora hace veinte años (1985), al que le llegó de rebote ya iniciada por otro, asumiéndola con la condición de que nadie iba a meter las narices ni a presionarle, cosa que solamente él y algún otro como Gaudí, han podido hacer. Y el caso del edificio del Mercado Grande o Plaza de Santa Teresa, me temo que no ha sido así, habiendo estado condicionado por poderes mediáticos, la entidad de ahorro encargante, que voluntariamente quería dejar un regalo de calidad a Ávila, por lo que buscó al mejor arquitecto que le pareció, y tal vez los poderes políticos municipales; y la obligada Comisión Territorial de Patrimonio Cultural, que fue quien decidió el material con que había de chaparse las fachadas. Que hubo un abuso, todo legal por supuesto, esta demostrado respecto a las alturas que los edificios anteriores tenían, cuando la rasante de medición es la de la nueva plaza y no la de la calle inferior antigua. La entidad económica, que guardó celosamente en su caja fuerte el proyecto hasta que se resolvió la ordenación general de la totalidad de la Plaza, lógicamente buscaba la máxima rentabilidad, que sin presionar al autor, seria la que la ordenanza municipal permitiese; y para el Alcalde de turno, colaterales y técnicos, constituía un triunfo urbanístico, no se si buscando rentabilidad política. Y así Moneo, y su equipo multidisciplinar, hicieron “su edificio”. Este proyecto magistral, dejó en el olvido un anterior concurso de ideas de ordenación de la Plaza, que promovió el Colegio de Arquitectos de Ávila, y que estuvo expuesto públicamente en la sede del Servicio Territorial de Cultura, que con ideas interesantes, fue muy poco valorado por venir de quienes eran sus autores, modestos arquitectos locales que no pasaran a la historia.
Rafael Moneo tiene bien ganada su fama, cuyo último reconocimiento ha sido su entrada en la Real Academia de Bellas Artes, el pasado día 16 de enero, con un interesante discurso sobre la defensa de la arbitrariedad, del que destaco lo siguiente: “no hay que sorprenderse de que la arbitrariedad haya dado de nuevo muestras de presencia. Se trata de una clásica reacción a las normas, que cuando las libertades individuales prevalecen, se debilitan”.
Entre sus mas de sesenta obras importantes en todo el mundo, en España la gozan o sufren Santander, Bilbao, San Sebastián, Estella, Pamplona, Tudela, Logroño, Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Palma de Mallorca Madrid, Valladolid, Toledo, Mérida, Don Benito, Murcia, Jaén, Córdoba, Sevilla, y también Ávila, que podrá presumir de tener “un Moneo”. Y solamente de una ha pedido perdón y disculpas, que ha sido el aeropuerto de Sevilla. Al edificio del Grande nos acostumbraremos, igual que el Cabildo de la Catedral se ha acostumbrado a sus lámparas.
martes, 2 de octubre de 2007
PESADILLA EN TRES ACTOS
Ávila, 15 de enero de 2.004
Me desperté bañado en un sudor frío; lo que no había conseguido aquella película de fantasmas, muertos y crímenes horrorosos, las imágenes de ese anuncio comercial, de un hombrecito en la consulta de un psiquiatra, hundido en un sillón diciendo: ¡no soy nadie, doctor! ¡no soy nadie!, me habían producido un terror inmenso. Di un salto de la cama y corriendo fui al baño, miré al espejo y me vi; me pegué un pellizco y me sentí; volé a la chaqueta, saqué el DNI, y leí: Juan Núñez Zancajo, nacido en Albiña, el 28-02-1975, hijo de Juan y Maria, domiciliado en calle Libreros, 88, de Madrid. Creí que eran pruebas mas que suficientes para decirme sonriente: ¡albricias! existo, soy alguien, todo era un mal sueño. Eran las cuatro de la madrugada, y volví a las sabanas aun calentitas a reanudar el sueño interrumpido.
En la somnolencia, intentaba completar mis datos existenciales, como los antiguos carnés, donde todo el mundo era algo: estudiante, bombero, jubilado, ama de casa o sus labores, cosas que no ofendían a nadie, pero lo habían suprimido vete a saber por que. Así completé mentalmente, que era soltero, pero comprometido seriamente, ¡que guapa y buena chica era Mari Luz!; y profesor de literatura inglesa. Y de repente, como un fogonazo, me vino al subconsciente, porque el sueño reanudado no daba para mas, la obra de Huxley Un mundo feliz, y sobre todo aquel prólogo, que me lo aprendí para poder comentarlo con mis alumnos: “Un estado totalitario realmente eficaz seria aquel en que los jefes políticos todopoderosos y su ejercito de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuera necesario ejercer coerción alguna porque éstos, amarían su servidumbre” Me revolví inquieto de un lado para otro, sudaba, me resistía, pero el sopor me mantenía con los ojos cerrados, aunque la mente daba vueltas y vueltas. Mezclaba datos reales, recuerdos, ficción, imaginación, y otros abstractos incontrolados, y aquello me desasosegaba, porque era terrible la visión, la mía viéndome espectador y a la vez actor de ese mundo ¿feliz? Las caras de aquellos seres eran bobaliconas, se arrastraban de un lugar para otro, comían, bebían, hacían cosas, pero no tenían sentimientos, no pensaban; otros lo hacían por ellos, y además les daban lo que necesitaban para esa vida anodina, sin mas exigencias. La visión se interrumpió, y me vi sentado en la cama, respirando entrecortadamente.
Ya no podía dormir, maldormir, ni un minuto mas. Me levanté, tomé una ducha, mientras el café se calentaba. Puse la radio: Accidente de tráfico, ocho muertos, sin nombres, sin datos de sus vidas truncadas. Maremoto en la India, doscientos mil muertos, dato frío, lejano, no me corta el desayuno. Rebajas en los grandes almacenes, vacaciones en las islas del Paraíso casi gratis, los créditos y las hipotecas han bajado, facilidades para la compra de su piso ideal. ¡no es posible aguantar tanta felicidad! Se anuncian elecciones políticas, piden el voto, mi voto que es un número mas en el censo, un número a sumar a otros mas, para que deposite toda mi confianza en un solo acto y te hacen creer que eres muy importante, porque ellos te quieren y saben lo que te conviene para que seas mas feliz. Apago la radio, me pongo el abrigo y me voy del piso. Hoy parece ser que va a llover o tal vez no, ¡que más da! Otro día donde me esperan sesenta alumnos numerados del uno al sesenta ¿debería conocerles mas?; cojo el teléfono móvil nº 366770099, abajo me espera mi coche DHP 5555, comeré el plato nº 8 en el comedor, miraré la lista de las oposiciones con 15427 candidatos; tal vez vaya al cine, a la película recomendada, con bol de palomitas, cocacola y sello de control en la mano y marcaje como res, como todos. En fin, un día feliz.
Al lado de la puerta tengo un azulejo sin muchas pretensiones, que dice: Dios guarde cada rincón de esta casa. Si alguien en quien creo no me hubiera dicho de verdad que soy importante para él, el mundo feliz de Huxley que avanza sin parar, crearía en mi una pesadilla permanente y una angustia vital inaguantable. Y yo me resisto, porque en el fondo soy un ácrata.
Me desperté bañado en un sudor frío; lo que no había conseguido aquella película de fantasmas, muertos y crímenes horrorosos, las imágenes de ese anuncio comercial, de un hombrecito en la consulta de un psiquiatra, hundido en un sillón diciendo: ¡no soy nadie, doctor! ¡no soy nadie!, me habían producido un terror inmenso. Di un salto de la cama y corriendo fui al baño, miré al espejo y me vi; me pegué un pellizco y me sentí; volé a la chaqueta, saqué el DNI, y leí: Juan Núñez Zancajo, nacido en Albiña, el 28-02-1975, hijo de Juan y Maria, domiciliado en calle Libreros, 88, de Madrid. Creí que eran pruebas mas que suficientes para decirme sonriente: ¡albricias! existo, soy alguien, todo era un mal sueño. Eran las cuatro de la madrugada, y volví a las sabanas aun calentitas a reanudar el sueño interrumpido.
En la somnolencia, intentaba completar mis datos existenciales, como los antiguos carnés, donde todo el mundo era algo: estudiante, bombero, jubilado, ama de casa o sus labores, cosas que no ofendían a nadie, pero lo habían suprimido vete a saber por que. Así completé mentalmente, que era soltero, pero comprometido seriamente, ¡que guapa y buena chica era Mari Luz!; y profesor de literatura inglesa. Y de repente, como un fogonazo, me vino al subconsciente, porque el sueño reanudado no daba para mas, la obra de Huxley Un mundo feliz, y sobre todo aquel prólogo, que me lo aprendí para poder comentarlo con mis alumnos: “Un estado totalitario realmente eficaz seria aquel en que los jefes políticos todopoderosos y su ejercito de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuera necesario ejercer coerción alguna porque éstos, amarían su servidumbre” Me revolví inquieto de un lado para otro, sudaba, me resistía, pero el sopor me mantenía con los ojos cerrados, aunque la mente daba vueltas y vueltas. Mezclaba datos reales, recuerdos, ficción, imaginación, y otros abstractos incontrolados, y aquello me desasosegaba, porque era terrible la visión, la mía viéndome espectador y a la vez actor de ese mundo ¿feliz? Las caras de aquellos seres eran bobaliconas, se arrastraban de un lugar para otro, comían, bebían, hacían cosas, pero no tenían sentimientos, no pensaban; otros lo hacían por ellos, y además les daban lo que necesitaban para esa vida anodina, sin mas exigencias. La visión se interrumpió, y me vi sentado en la cama, respirando entrecortadamente.
Ya no podía dormir, maldormir, ni un minuto mas. Me levanté, tomé una ducha, mientras el café se calentaba. Puse la radio: Accidente de tráfico, ocho muertos, sin nombres, sin datos de sus vidas truncadas. Maremoto en la India, doscientos mil muertos, dato frío, lejano, no me corta el desayuno. Rebajas en los grandes almacenes, vacaciones en las islas del Paraíso casi gratis, los créditos y las hipotecas han bajado, facilidades para la compra de su piso ideal. ¡no es posible aguantar tanta felicidad! Se anuncian elecciones políticas, piden el voto, mi voto que es un número mas en el censo, un número a sumar a otros mas, para que deposite toda mi confianza en un solo acto y te hacen creer que eres muy importante, porque ellos te quieren y saben lo que te conviene para que seas mas feliz. Apago la radio, me pongo el abrigo y me voy del piso. Hoy parece ser que va a llover o tal vez no, ¡que más da! Otro día donde me esperan sesenta alumnos numerados del uno al sesenta ¿debería conocerles mas?; cojo el teléfono móvil nº 366770099, abajo me espera mi coche DHP 5555, comeré el plato nº 8 en el comedor, miraré la lista de las oposiciones con 15427 candidatos; tal vez vaya al cine, a la película recomendada, con bol de palomitas, cocacola y sello de control en la mano y marcaje como res, como todos. En fin, un día feliz.
Al lado de la puerta tengo un azulejo sin muchas pretensiones, que dice: Dios guarde cada rincón de esta casa. Si alguien en quien creo no me hubiera dicho de verdad que soy importante para él, el mundo feliz de Huxley que avanza sin parar, crearía en mi una pesadilla permanente y una angustia vital inaguantable. Y yo me resisto, porque en el fondo soy un ácrata.
lunes, 1 de octubre de 2007
TIEMPOS RECIOS
Ávila, 8 de enero de 2.004
TIEMPOS RECIOS
Ignoro cuales son las creencias del Sr. Rodríguez Zapatero, si es que tiene alguna, aunque se casase por lo católico, al menos formalmente, en el Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, aquí en Ávila. Lo que no me cabe la menor duda es que no ha leído a San Mateo, porque mucho peor seria que lo hubiera leído en su época de niño bueno en el Colegio de las Discípulas de Jesús, en León, y no hubiera aprendido algo. San Mateo nos cuenta una bella parábola de las vírgenes necias y prudentes. En la espera que tenían que hacer todas ante un gran acontecimiento, las doncellas prudentes cogieron los candiles con aceite y las necias, muy confiadas, otras sin aceite, y se durmieron; y llegado el momento de utilizarlos, unas cumplieron con su misión mientras las necias salieron corriendo a comprar aceite, y a la vuelta ya era demasiado tarde. La moraleja termina diciendo, estad atentos y velad porque no sabéis ni el día ni la hora; sed prudentes ante algo que os han avisado, porque llegara, y si no tomáis alguna medida de prudencia, os cogerá el toro. Alguien ha dicho que el presidente practica el zen, filosofía budista que propugna llegar a la iluminación, al éxtasis, al no va mas terrenal, a través de la meditación al estilo oriental. Yo no se si el Señor presidente esta tan iluminado, que ha dejado de pisar la tierra, y se ha elevado por encima de los demás mortales.
No confundamos el buen talante con la prudencia; y ya no es hora solo de palabras suaves, si no se hace ver clarísimamente que detrás hay una voluntad de hierro; hay demasiados avisos para saber que estos tiempos son recios, como decía nuestra Santa Teresa, y hay que decir las cosas muy claras, en presente, no en un futurible que no se sabe como será, cuando todos los ciudadanos, independiente del color político, lo están viendo. Ya no es hora de discursos protocolarios y melifluos, vacíos, que rebotan contra los uniformes y las medallas, y que los oponentes se los toman a guasa, sean del Presidente, del Ministro de Defensa o del mismo Rey; y digo Rey y no Jefe del Estado, porque un Jefe de Estado, de su Estado que esta en peligro de fracturarse o crear desigualdades inadmisibles para el resto, pienso ingenuamente que lo diría de otra manera. Rey se puede seguir siendo de veinte Españas o como se quieran llamar, como la reina Isabel de la Gran Bretaña lo es de los de los países de la Commonwealth. Pero un Jefe de Estado, de su Estado, y con todo respeto ante S.M. no debe esperar a salir en última hora en televisión, según triste memoria.
Este Gobierno del Presidente Zapatero, esta cogido de sus partes pudendas, por unos mínimos minimorum, que están tan bien agarrados haciendo contrapeso, que si se los quitasen de encima, se caerían; y eso, en la lógica de una izquierda ahora que ha tocado nuevamente poder, no quiere aunque le duela mucho; y tampoco lo quieren sus seguidores, aunque el precio sea destrozar España. Y si esto llegase a suceder, deberían meditar, y no hace falta recurrir al zen para sentirse iluminados, que en lo que quedase de España, no volverían a tocar poder por generaciones. ¿vale la pena el precio a pagar? ¿quieren ser necios o prudentes?
TIEMPOS RECIOS
Ignoro cuales son las creencias del Sr. Rodríguez Zapatero, si es que tiene alguna, aunque se casase por lo católico, al menos formalmente, en el Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, aquí en Ávila. Lo que no me cabe la menor duda es que no ha leído a San Mateo, porque mucho peor seria que lo hubiera leído en su época de niño bueno en el Colegio de las Discípulas de Jesús, en León, y no hubiera aprendido algo. San Mateo nos cuenta una bella parábola de las vírgenes necias y prudentes. En la espera que tenían que hacer todas ante un gran acontecimiento, las doncellas prudentes cogieron los candiles con aceite y las necias, muy confiadas, otras sin aceite, y se durmieron; y llegado el momento de utilizarlos, unas cumplieron con su misión mientras las necias salieron corriendo a comprar aceite, y a la vuelta ya era demasiado tarde. La moraleja termina diciendo, estad atentos y velad porque no sabéis ni el día ni la hora; sed prudentes ante algo que os han avisado, porque llegara, y si no tomáis alguna medida de prudencia, os cogerá el toro. Alguien ha dicho que el presidente practica el zen, filosofía budista que propugna llegar a la iluminación, al éxtasis, al no va mas terrenal, a través de la meditación al estilo oriental. Yo no se si el Señor presidente esta tan iluminado, que ha dejado de pisar la tierra, y se ha elevado por encima de los demás mortales.
No confundamos el buen talante con la prudencia; y ya no es hora solo de palabras suaves, si no se hace ver clarísimamente que detrás hay una voluntad de hierro; hay demasiados avisos para saber que estos tiempos son recios, como decía nuestra Santa Teresa, y hay que decir las cosas muy claras, en presente, no en un futurible que no se sabe como será, cuando todos los ciudadanos, independiente del color político, lo están viendo. Ya no es hora de discursos protocolarios y melifluos, vacíos, que rebotan contra los uniformes y las medallas, y que los oponentes se los toman a guasa, sean del Presidente, del Ministro de Defensa o del mismo Rey; y digo Rey y no Jefe del Estado, porque un Jefe de Estado, de su Estado que esta en peligro de fracturarse o crear desigualdades inadmisibles para el resto, pienso ingenuamente que lo diría de otra manera. Rey se puede seguir siendo de veinte Españas o como se quieran llamar, como la reina Isabel de la Gran Bretaña lo es de los de los países de la Commonwealth. Pero un Jefe de Estado, de su Estado, y con todo respeto ante S.M. no debe esperar a salir en última hora en televisión, según triste memoria.
Este Gobierno del Presidente Zapatero, esta cogido de sus partes pudendas, por unos mínimos minimorum, que están tan bien agarrados haciendo contrapeso, que si se los quitasen de encima, se caerían; y eso, en la lógica de una izquierda ahora que ha tocado nuevamente poder, no quiere aunque le duela mucho; y tampoco lo quieren sus seguidores, aunque el precio sea destrozar España. Y si esto llegase a suceder, deberían meditar, y no hace falta recurrir al zen para sentirse iluminados, que en lo que quedase de España, no volverían a tocar poder por generaciones. ¿vale la pena el precio a pagar? ¿quieren ser necios o prudentes?
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